Hungría – Budapest + Driver of Performance (Erasmus+)

En junio de este año, parte de la esculta Yuniti viajó a Hungría como parte de un proyecto de Erasmus+. Este proyecto, llamado “Driver of Performance”, se centró en aprender sobre desarrollo personal y fué llevado a cabo durante 10 días. Dicho esto, empecemos por el principio.

Los primeros pasos y la pañoleta scout.

Uno de los últimos días de ronda, nuestro actual scouter, nos presentó el proyecto que se había estado guardando hasta ese momento: ¡un viaje a Hungría!. Nosotros estábamos muy ilusionados y felices por ir, porque sabíamos que íbamos a conocer mucha gente maravillosa, y así fué.

Ya en el aeropuerto, estábamos muy nerviosos por cómo iba a ser el proyecto. Nunca habíamos participado en ningún proyecto así y por tanto no sabíamos qué esperar.

Al llegar a Budapest, capital de Hungría, tuvimos la oportunidad de visitar parte de la ciudad, hasta que llegó un autobús a recogernos para llevarnos a un pueblecito llamado Kerecsend. Allí comenzó la magia.

Todo el mundo parecía conocerse de ocasiones anteriores. Nosotros estábamos un poco incómodos al principio, así que no hablamos mucho. Durante la cena, a un par de chicas de la República Checa les llamó la atención nuestra pañoleta scout, y nos enteramos de que ellas también lo eran. Nuestro primer contacto internacional. <3

Lo más importante era la buena compañía.

Durante los 10 días hicimos infinidad de juegos y dinámicas, hicimos amigos, visitamos lugares preciosos y muchas cosas más. Lo más curioso de todo es que no hizo falta un grandísimo despliegue de medios para hacer una experiencia inolvidable. Lo más importante era tener buena compañía alrededor, y eso fue exactamente lo que yo sentí.

Todos los participantes fueron personas muy agradables desde el principio, al menos eso sentí yo. Sentí cercanía, cariño, aprecio y afecto y puedo decir orgullosamente que esas personas son gente que no se me olvidará jamás. Personas que desde el principio mostraron amabilidad, calidez y que estuvieron con nosotros desde que los conocimos.

Nunca olvidaremos esta experiencia.

Tras el proyecto, volvimos con pesar pero ilusión a Budapest. Allí hicimos noche para poder tener tiempo de visitar la ciudad. Al cruzar el Danubio yo recordaba, casi con lágrimas en los ojos, todos los bonitos momentos que había sentido en aquel pueblecito de nombre Kerecsend.

 

Al volver a casa con ganas de ver de nuevo a nuestra familia, todos pensamos lo mismo: nunca olvidaremos esta experiencia llamada “Driver of Performance”.

Conoce un poco más este proyecto Erasmus+ en Hungría

Aimar

 

 

 

 

 

Sigue la pista a los Yuniti

 

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